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A las 6 y pico

PEQUEÑECES

PEQUEÑECES Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.
Cristina P. Rossi

Recuerdo bien cuando te conocí. No sé qué fue lo que llamó mi atención, quizás tu pequeñez. Pero a medida que te fui descubriendo, me di cuenta que esa poca cosa era tan grande que apenas podía abrazarte.
Eras tan sólo palabras que se iban dibujando poquito a poco. Te fui imaginado a mi antojo. Ésta es la magia de la ficción. Cada cual es lo que uno quiere que sea y viceversa.
Y no me deslumbró tu realidad. Fueron tus letras las que me llegaron. Ellas tomaron cuerpo, se hicieron palpables y te hice posible.
Pasábamos las noches sentados, escuchando buena música, de ésa que nos penetra hasta las entrañas, acompañando la charla con un buen vino y la madrugada nos atrapaba siendo nuestra cómplice.
Tu voz suave se alojaba en mi oído, como si fuese una nana, y me ovillaba en tus piernas mientras acariciabas mi pelo. El miedo quedaba fuera. Me sentía tan pequeña y tan grande a la vez entre tus brazos que al despertar te buscaba y sólo allí comprendía que eras sólo un sueño.

8 comentarios

Goreño -

Un buen texto y también podría haber sido un excelente poema. Me ha llegado bien. Saludos

Pakito -

Qué bonito, animatesipodes. Qué buena racha de textos llevo hoy. Un placer leerte.

Merche -

Me gustó.
Un beso.

Stuffen -

Qué bonitas palabras, Animatesipodes. :)

animatesipodes -

gracias a las tres por leerme...un placer para mi.
besos

kris -

Me resultó fácil leerte, tienes una bella forma de tejer las letras, me gustó mucho.

Un beso.

Perseida -

!Qué pena! Todo parecía tan perfecto!
Gracias por compartir.
Un saludo.

white -

Así son los sueños soñados dormidos o los soñados mientras los ojos vagan por mundos deseados. Un saludito